¡No te pases con el Sol!

El sol juega un papel fundamental para nuestra vida y es que está relacionado en la mejora de numerosas patologías y actúa como coadyuvante en la formación de vitamina D, esencial para la mineralización de los huesos.
Pero una dosis elevada de sol puede tener efectos nocivos para nuestra piel y el único culpable es la radiación UV. Para que podáis entender por qué es tan importante escoger un buen fotoprotector, queremos explicaros los tipos de radiación que existen y qué ocasiona cada una de ellas sobre nuestra piel:
UVB: es la que estimula el bronceado, pero a su vez, también es la responsable de las quemaduras solares. A largo plazo, puede producir cáncer de piel. UVA: es la más peligrosa ya que no causa dolor pero penetra mucho más en nuestra piel. Es la responsable de acelerar el envejecimiento de la piel y puede provocar enfermedades pigmentarias tales como las manchas y el melasma. IR-A: es la radiación infrarroja, una de las más importantes. Es la responsable de los golpes de calor y la insolación aumentando la temperatura interna del organismo. Además, también acelera el fotoenvejecimiento al aumentar la degradación de colágeno. HEV: es la radiación visible y es muy parecida a la radiación UVA.
Por todo ello, os recomendamos escoger un solar que proteja frente a la mayoría de éstas radiaciones y, por supuesto, con una textura que sea adecuada para vuestro tipo de piel.
A día de hoy, el mercado de la fotoprotección tiene opciones para tod@s. ¡Pregúntanos por el tuyo!
Y por último, queremos dejarte con algunos consejos para disfrutar de una exposición solar segura:
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Aplica el fotoprotector media hora antes de exponerte directamente al sol.
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Utiliza filtros adecuados para cada edad. Los niños necesitan un filtro solar específico.
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Aplica la cantidad suficiente de protector solar y no olvides reaplicarla cada dos horas.
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Para el rostro, dos dedos de crema sería suficiente.
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No utilizes los protectores solares de otros años. Ya no tienen el mismo spf que indica el envase.
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Después de salir del agua, vuelve a reaplicarlo. La mayoría de ellos son resistentes al agua, pero no mantienen la misma capacidad fotoprotectora.
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Evita las horas de mayor radiación: de 12-16h aproximadamente.
Si tienes cualquier duda estaremos encantados de ayudarte.
Y recuerda, la protección solar… ¡por encima de todo! 😉