LAS BACTERIAS MULTIRRESISTENTES CAUSAN 33.000 MUERTES AL AÑO EN EUROPA

El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos es una de las principales causas del problema y ¡¡está en manos de todos el poder solucionarlo!!.

La resistencia antibiótica es la capacidad de una bacteria para resistir los efectos del medicamento. Hay bacterias naturalmente resistentes a determinados antibióticos, mientras que otras adquieren resistencia mediante mutaciones en algunos de sus genes tras la exposición a un antibiótico. Esta resistencia, natural o adquirida, se transmite a sus descendientes y también puede propagarse a otras especies bacterianas, ya que las bacterias intercambian fácilmente material genético entre ellas, incluso entre especies diferentes.

 

¿Por qué se produce la resistencia a los antibióticos?
La causa principal es el uso inapropiado que hacemos de ellos:

  1.  Prescripción innecesaria de antibióticos para infecciones virales, contra las que no son efectivos.
  2. Prescripción demasiado frecuente de “antibióticos de amplio espectro” en lugar de antibióticos específicos seleccionados mediante un diagnóstico más preciso.
  3. El uso inadecuado por parte del paciente, al no respetar la dosis o la duración del tratamiento, permitiendo que algunas bacterias sobrevivan y se vuelvan resistentes.

¿Cuáles son las consecuencias de la resistencia a los antibióticos?
Muchos de los tratamientos disponibles para las infecciones bacterianas comunes están perdiendo eficacia.

  • Existen casos en los que no es posible el tratamiento adecuado con ninguno de los antibióticos disponibles. Esta resistencia podría ralentizar y dificultar el tratamiento, pudiendo causar complicaciones o incluso la muerte.
  • Sin antibióticos eficaces para la atención y prevención de las infecciones, el éxito de tratamientos como el trasplante de órganos, la quimioterapia o la cirugía se vería comprometido.

Si no solucionamos este problema, en el año 2050 los expertos prevén un total de 40.000 muertes anuales por infecciones que antes eran fácilmente curables.

 


¿Qué puedes hacer tú para que los antibióticos sigan funcionando?

Usarlos prudentemente:

  • Nunca tomarlos sin receta.
  • Completar el tratamiento prescrito.
  • Si sobran, no guardarlos, ni compartirlos con otras personas.
  • Nunca usarlos para combatir gripes ni resfriados. No curan infecciones causadas por virus. No son analgésicos y no alivian el dolor o la fiebre.
  • El veterinario de tu mascota es quien decide su tratamiento. No mediques a tu mascota con los antibióticos que tienes en casa.

 

Adoptar medidas para la prevención y control de infecciones:

  • Cumplir el calendario de vacunación.
  • Medidas higiénicas para el control de la transmisión cruzada de cepas resistentes entre personas:
  • Lavarse las manos con frecuencia.
  • Practicar una buena higiene de los alimentos.
  • Evitar, si es posible, el contacto directo con personas enfermas.